
En algún momento del invierno de 1540, Enrique VIII, dictó orden de disolución de los monasterios, como parte de su guerra contra Roma. La disolución de los monasterios implicaba también aprehender todas las joyas que poseían. En la Catedral de Durham, los esbirros de Enrique encontraron un enorme libro que les llamó la atención por su magnifica encuadernación, que entre otras, contaba con piedras preciosas como esmeraldas Evidentemente arrancaron las tapas enjoyadas y enviaron a Londres el resto del libro.
Se le conoce como el Evangelio de Lindisfarne, y hoy se le considera como uno de los manuscritos más importantes del arte medieval. Contiene, no sólo una de las colecciones más impresionantes de iluminaciones medievales, sino también una de las primeras traducciones al inglés de los evangelios. La historia cuenta que fueron los monjes de la Isla sagrada, en la costa de Northumbria, los que por allá en el 700 dC crearon el libro. Hoy, esta joya de más de 1300 años está consignada en la British Library.
Todo hay que decirlo, los curadores de la famosa biblioteca no se matán por enseñartelo. A diferencia de otros libros de semejante valor, el Evangelio de Lindisfarne está en una habitación remota de la libreria sin apenas luz, y, sin visitantes. Por eso, si están ustedes en Londres y tienen tiempo, olviden por un momento el cambio de la guardia de Backinham Palace y acérquense a King's Cross. Allí mismo está la British Library y tendrán todo el tiempo del mundo para disfrutar de esta maravilla. Sólo es algo que hacer en Londres que casi nadie hace.
1 comentario:
quines coses. anar a londres a tocar un llibre. m'encantaria. de fet, anar a una biblioteca sempre és una experiència curiosa. el silenci. fa temps que no llegeixo més enllà del que surt a la pantalla. molt bé el bloc, és molt teu. cuida't i fins aviat. miquel.
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